Características de los estilos arquitectónicos

Publicado el 16 de noviembre de 2025, 11:16

La arquitectura ha sido una necesidad fundamental para la humanidad a lo largo de su existencia, que encarna los valores, creencias y avances tecnológicos de cada civilización individual.

La arquitectura antigua ha sido un medio para expresar poder, divinidad y permanencia de una manera en constante evolución. Las grandes pirámides en Egipto, que eran símbolos de la relación entre faraones y dioses, y los Grand Coliseums y Panteones en Roma, fueron todos ejemplos de esto.

 El énfasis de los griegos en la proporción, la simetría y la belleza matemática sentaron las bases para la arquitectura clásica e influyeron en el desarrollo de la estética y el pensamiento occidentales. Sus templos, incluida la parte, fueron un reflejo de su búsqueda del equilibrio y la armonía, no solo en sus construcciones sino también en la vida.

En contraste, los romanos eran una fuente de innovación en la arquitectura, ya que pudieron transformar tanto la forma como la función. La utilización de materiales como el concreto permitió la construcción de enormes edificios, como el Coliseo, que se convirtió en un símbolo de poder y prestigio imperial, así como un lugar para actividades de ocio. Además, la creación de acueductos y carreteras reveló que la arquitectura no solo era estética o simbólica, sino que también jugó un papel crucial en el avance y el mantenimiento de un vasto imperio.


 La Edad Media fue testigo de un cambio significativo en la arquitectura, caracterizado por el estilo románico, que se caracterizó por su robustez y resistencia, particularmente en iglesias y monasterios, donde los arcos y bóvedas de cañones semicirculares evocaron una sensación de paz y devoción interna.

El estilo gótico fue el catalizador de uno de los cambios arquitectónicos más importantes jamás registrados. El estilo que surgió en Europa desde el siglo XII se separó de la rigma de lo románico y abrazó la verticalidad, el brillo y la ligereza. Las catedrales góticas, como Notre-Dame en París y la Catedral de Chartres, se construyeron como expresiones de lo divino, con la luz que inundaba las vidrieras de color interpretado como un símbolo de la presencia celestial. La construcción de arcos puntiagudos, ojiva y bóvedas arbotantes facilitaron la construcción de estructuras mucho más altas, creando una sensación de elevación hacia el cielo.

Las demandas funcionales y tecnológicas de cada cultura fueron cumplidas por todos estos estilos arquitectónicos antiguos, que también fueron un reflejo de sus respectivas ideologías y creencias. El legado de cada estilo se puede rastrear a través de las pirámides egipcias monumentales, la perfección geométrica en los templos griegos, la innovación técnica en las construcciones romanas y la espiritualidad en las iglesias románicas y góticas. Los estilos proporcionaron un espacio físico y formularon un lenguaje visual que pudiera transmitir poder, divinidad, orden y belleza.

La diversidad de la arquitectura antigua sirve como fuente de inspiración y una representación tangible de los conceptos y valores de las civilizaciones que los formaron, conectándose con el pasado y enseñando lecciones valiosas sobre la interacción entre el arte, la religión, la ciencia y la sociedad.

Esto pequeño fragmento de la historia de la Arquitectura nos sirve para dar una idea de cómo cambia y evoluciona y hoy en día rasgos de estos estilos se siguen usando. El uso práctico y estético de la arquitectura sigue siendo el mismo en la actualidad. No obstante, los diferentes tipos de construcción ofrecen la visión de cómo se vivía en las diferentes épocas y culturas.

Si avanzamos bastante en el tiempo, no solo podemos percibir un cambio en el uso de materiales, sino también de mejoras tecnológicas considerables.

De hecho, es en la segunda mitad del siglo XX cuando comienza el Constructivismo High Tech. Un movimiento arquitectónico desarrollado a finales de los años 80 y se caracterizó por la rotura entre el Movimiento Moderno y el diseño no lineal. Dentro de esta corriente, además, priman los materiales industrializados, así como las formas geométricas.

La industrialización de la arquitectura y su relación con otras actividades profesionales permitió la incorporación de diferentes herramientas informáticas en la construcción de edificios. Las TIC, en este sentido, han sido una parte importante de este progreso con el que se ha percibido un gran cambio.

De este modo, la tecnología se ha ido haciendo cada vez más presente dentro del mundo de la arquitectura cambiando las técnicas constructivas para hacerlas más eficientes

Por lo tanto, podemos concluir que;

 “La evolución de la arquitectura es un proceso en constante movimiento.”

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